E N C O N F I N A M I E N T O VIOLENCIA INSTITUCIONAL HACIA LA RED NACIONAL DE REFUGIOS
Por: Yisel Castillo, Diana Galván, Fatima Sánchez
Los diferentes espacios de protección que componen a la Red Nacional de Refugios (RNR), mismos que están ubicados alrededor de toda la República Mexicana, se han visto perjudicados durante la pandemia por Covid-19 y en términos más amplios, durante la administración en turno. De acuerdo con la propia Red, desde que inició el confinamiento en marzo y hasta junio del presente año, 21 mil 74 personas, entre ellas mujeres, sus hijas e hijos, acudieron a estos lugares por motivos de violencia familiar, lo que refleja un incremento del 71 porciento en las atenciones respecto al mismo lapso en 2019.
Ante la emergencia sanitaria que mantuvo paralizada a la sociedad entera, la indicación "quédate en casa" figuró como una alternativa de protección. Para aquellas mujeres víctimas de violencia familiar, el permanecer la mayor parte del tiempo con su agresor, más que una medida preventiva, representó un factor de riesgo. Frente a dicho contexto, organizaciones de la sociedad civil que proporcionan un espacio seguro para ellas, como lo es la Red Nacional de Refugios, fueron una alternativa viable para salvaguardar su integridad.
Estos espacios confidenciales, seguros, gratuitos, representan una oportunidad para que las mujeres, junto con sus hijas e hijos, se alejen de la violencia extrema para recibir atención por parte de personas especializadas, y así lograr recuperarse, el cual es uno de los principales objetivos de la RNR. Pese a ello, las circunstancias ante el aumento de violencia no fueron las más favorables para la organización, por lo que se requiere mayor atención al tema.
Con datos del Sistema Nacional de Seguridad Pública con corte en junio, se aprecia un aumento de violencia contra las mujeres durante la pandemia, lo que en el contexto del confinamiento, guarda relación con las llamadas al 911 por los mismos motivos, las cuales incrementaron respecto a 2019.
Aumento en las llamadas al 911 por violencia de género 2019 . 2020
Por su parte, marzo del año en curso, mes en el que comenzó la implementación en todo el país de la Jornada Nacional de Sana Distancia como medida preventiva, tiene el número más alto de llamadas al 911 por violencia contra las mujeres registrado en los últimos cuatro años, con un total de 26 mil 171.
Tomando en cuenta estos datos, la directora de la Red Nacional de Refugios, Wendy Figueroa, ha denunciado públicamente, que el atraso de presupuesto y la falta de importancia que el gobierno de Andrés Manuel López Obrador da a los refugios desde los primeros meses de su sexenio, representa un obstáculo para brindarle a las víctimas de violencia familiar, atención y protección.
Cabe agregar que, aunque la RNR es una organización de la sociedad civil, debe recibir recursos del Estado para trabajar con las mujeres que sufren violencias extremas y así atenderlas de una manera integral, brindándoles servicios jurídicos, médicos, y servicios para sus hijas e hijos, pero únicamente son 69 los espacios, además de que estos, tienen cupos limitados.
Al respecto, detalla que "los refugios nunca han tenido un presupuesto efectivo de doce meses, aunque operamos las veinticuatro horas todo el año, el presupuesto se ha dado históricamente por ocho meses, lo cual es lamentable porque hay cuatro meses descobijados y que tenemos que hacer mil acciones para poder mantener los servicios y atender las violencias que no tienen horario ni tienen días".
Cecilia Paz Contreras, secretaria técnica de la Unidad de Género de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM, advierte que este es "un tema que data desde hace mucho tiempo y que se ha exacerbado en este contexto de pandemia, cuando se inició la jornada de sana distancia y entonces las mujeres tuvieron que permanecer en sus casas con sus agresores".
Estas acciones y los discursos llevados a cabo por el gobierno actual desde comienzos del año 2019 hasta el contexto de la pandemia en 2020, en relación con los refugios y la violencia familiar contra las mujeres, representan, con base en la Ley General de Acceso a las Mujeres a una Vida Libre de Violencia, una violencia institucional hacia ellas.